miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Alborotador que Espantó a la Tormenta

Pretoria, 10 de diciembre de 2013



A pesar de ser verano, hoy amanecía en Pretoria frio, gris y lluvioso. Como si hasta los cielos lloraran la perdida de este gran hombre. Mandela ha muerto.

De vez en cuando el mundo tiene la suerte de ver nacer a seres humanos dotados de capacidades extraordinarias. Personas aparentemente normales pero obviamente lo suficiente diferentes para hacer tal mella en la historia, que sus nombres  por siempre serán recordados.



El día  que nació Rolihlahla, nadie se imaginaba lo acertado que sería un día su nombre, aunque no llegase a usarlo mucho. Su primer día de colegio, la profesora rebautizo a todos los niños africanos con nombres cristianos pues tal era la costumbre de la época. A él, sin motivo aparente,  le tocó Nelson.  Aunque  casi nadie se referiría a él con ese nombre, por siempre sería el pequeño alborotador que  venció la furia del trueno y cambiando su mundo y el nuestro.

¿Qué se puede decir de un hombre del que se ha dicho todo? 
Ubuntu (2): Calidad Humana

Nacido dentro de uno de los sistemas más crueles que ha conocido la sociedad moderna,  un mundo donde la segregación racial ha existido desde el primer día que los colonos pisaron suelo africano. Nelson podía haber elegido vivir una vida más cómoda que el resto. Miembro de la nobleza Xhosa. Nieto de Rey e hijo de Gran Jefe del clan Thembu. Tuvo el privilegio de poder asistir a la universidad en una época  en la que prevalecía el analfabetismo. Mandela podía haberse casado con alguna noble de su tribu, heredado el cargo de Gran Jefe, llevar un pequeño bufete de abogados y vivir una vida relativamente fácil para los tiempos que corrían.

Pero nuestro “troublemaker” estaba hecho de otro calibre humano, aquel que hace que algunos sean capaces de cruzar el puente entre el hombre y el superhombre. Aquel que  dota de voluntad forjada de acero y el valor necesario para actuar con justicia. Aquel que hace que hace mirar más allá del coste personal de tus acciones a cambio de conseguir una mejoría en este loco mundo en el que todos vivimos.

Fue ese calibre humano el  que hizo que tras un encierro de 27 años,  Madiba emergiera cual fénix lleno de un  amor infinito y  contagioso por su país, el mundo, e incluso sus carceleros. Y ese espíritu de reconciliación sin venganza se propago por Sudáfrica como una enfermedad benigna contagiando a blancos y no blancos. Y de un plumazo, simplísimamente hablando, se cargó la opresión sistemática que venían sufriendo los no-blancos desde durante casi cuatro siglos.

Se habla mucho en la prensa sobre los problemas de Sudáfrica, muy ciertos y muy reales pero a mí siempre me viene a la mente la palabra resiliencia. La que demostró tener este país al sobreponerse a un conflicto que en cualquier otro sitio del mundo posiblemente no se hubiera resuelto sin una guerra civil. El verdadero efecto Mandela fue unir la nación, para que con el apoyo de todos y pacíficamente emprender un nuevo camino.

Sólo se me ocurre definir el clima que se vive aquí estos días como altamente espiritual, producto de esas ganas de superación que aún existe y no sale en el telediario. El tipo de espiritualidad que supera diferencias religiosas, raciales, económicas o políticas. Es impresionante poder tener el privilegio de ser espectadora anónima en estos eventos y admirarme ante cómo todos los pueblos de esta gran nación, no hace  tanto divididos, han dejado al margen las rencillas aún existentes,  los problemas cotidianos y la disparidad que aún sufre este país para unirse y celebrar la vida de este gran hombre.



Quizás tengamos suerte y Mandela consiga un último “milagro” (por llamarlo de alguna manera) y todos aquellos líderes políticos que  ensalzaban su vida ayer en Soweto se contagien un poco de esa enfermedad benigna que Mandela consiguió transmitir en Sudáfrica.  Quizás lleguen a sus países llenos de ella  y pongan en práctica las virtudes que tanto se han esforzado en exaltar.   
Quizás se nos pegue también a nosotros, ciudadanos de a pie que tan conmovidos hemos estado estos días, y juntos nos  animemos a alborotar nuestro entorno y quizás también alejemos un poco al trueno de nuestra cotidianidad.

Según un antiguo proverbio africano,  si el día de tu entierro llueve,  es que los dioses aclaman tu llegada y las puertas del cielo están esperándote abiertas. No se le podía despedir de ninguna otra manera. Gracias Mandela, Madiba, Tata, Rolihlahla, Khulu,  Dalibhunga. Tus nombres no se perderán en la historia.  Gracias Madiba por dejarnos un mundo mejor para todos.



Desde la sabana pretoriana, besos mil.



Aprovecho para dedicar esta crónica a un par de héroes anónimos, fallecidos casi a la vez que Mandela. No tan conocidos pero que también han puesto su granito de arena en el mundo. Criando hijos excepcionales de los que estoy orgullosa de llamarme amiga. Dedicada al padre de Gemma y a la madre de José. Y a mi Tato, el primero que de niña me habló de Mandela.

Nota curiosa:

Cuando en junio ingresaron a Mandela fui con algunos amigos y Sofía a presentar mis respetos al hospital donde estaba ingresado. A los pocos días, de camino al Kruger empecé una crónica de esas que escribo en mi cuaderno en los viajes y luego casi nunca publico en mi blog por falta de tiempo o simplemente desidia.
De camino al Kruger hay una señal que indica el camino a unas ruinas antiguas pero no la distancia. Por fin ese viaje conseguí que Jeff se desviara y parara. Acabamos en un restaurante-centro cultural regentado por unos hippies muy simpáticos que vendían libros sobre las ruinas que no llegamos a ver. El centro cultural estaba lleno de la propaganda más variada, desde reuniones para debatir temas sobre OVNIS hasta UBUNTU, un pequeñísimo partido político de la zona.

Me llamo la atención el nombre  y acribillé a preguntas al pobre dueño del restaurante, que me toleró pues acabé comprando uno de los libros sobre las misteriosas ruinas. Pero más aún me llamo la atención el significado de la palabra UBUNTU. Y lo anoté en mi cuaderno para incluir en mi crónica sobre Madiba.
Ubuntu (2) es una antigua palabra Africana que significa “mostrar humanidad, compasión hacia otros”. También significa “Soy lo que soy por lo que todos somos”.



Cuál fue mi sorpresa ayer cuando Obama me “robaba” la palabra en su discurso. Y como me tiene contenta entre lo que casi pasa en Siria y lo del espionaje estuve dos horas echando humo por las orejas.
Os aseguro que el artículo en el que ha derivado esta crónica se empezó en junio y se concluyó un par de días antes del entierro, como puede atestiguar mi amigo Mark Cimino al que se la envié el Sábado 7 de diciembre para su periódico. No sólo no se la he copiado yo a él, sino que estuve a punto de echarle a SGAE  encima por mangante. Más tarde anoche, descubrí que Desmond Tutu entre otros había popularizado el uso de Ubunto para referirse a Mandela.  Así que se me pasó lo de Obama no vaya a ser que Tutu me echase a mí a la SGAE encima.  Y al final en vez de modificar la crónica para que no pareciese que copiaba a Obama, decidí que la palabra es tan apropiada que es imposible resistirse a usarla y lo que hay que hacer es compartirla.

Y ya como nota personal os cuento que estoy encantada de estar aquí y poder haber participado en los eventos aunque no sean  todos los que quería ya que el viernes nos vamos a Mozambique dos semanas y ando a contrarreloj.  A los que andáis colgados a las noticias, os digo que sí, que estoy al corriente del clima político en Mozambique y aun así vamos. Así es esta familia de pirados…
Aprovecho para desearos a todos unas felices fiestas y recordaros lo mucho que agradezco teneros como amigos, familiares, colegas, o conocidos. Feliz Navidad, Hannuka, Kwzanzaa o cualquiera de las fiestas que celebréis en vuestro rinconcito del planeta. Os quiero.


Referencias: 

Libros Recomendados:
The Long Walk to Freedom- por Nelson Mandela
Playing the Enemy: Nelson Mandela and the Game that Made a Nation- por John Carlin

Los vagos podeis ver la pelicula “Invictus” basada en el mismo libro en la que Morgan Freeman interpreta a Mandela.

Otras Cosas para Compartir:
Link a la entrevista que le hizo a Sofia la televisión Sudafricana cuando fuimos en junio a rendir homenaje a Mandela

Link a mi voz de cazalla en onda cero parloteando con Isabel Gemio el sábado desde Mandela Square.  Si, claro que os podéis reír a mi costa. De hecho, eso es lo que espero.



Más miles de besos.