lunes, 12 de marzo de 2012

Crónicas Pretorianas: La Llegada

La segunda semana en Pretoria está siendo más tranquilita pero aun me quedan cabos por atar. Afortunadamente ya tenemos electricidad, internet  y teléfono funcionando. Las pequeñas cosas que te hacen la vida más llevadera, vamos. Aun no me he acostumbrado a los gritos de los “monos alados”. Me despierto por las mañanas sin saber si los berridos son de los putos pájaros, de Lucas, o de algún cochino que está siendo “degollao” en las cercanías.
Al fin he "vallado" las partes peligrosas de la casa y tengo cajones a prueba de niños, lo que es un alivio pues me pasaba el dia corriendo y gritando: "Lucas: NOOOOOOOOOOOOO!!!!!!"  Hasta tal punto que Lucas se ha aprendido el soniquete y ahora es él el que se pasa el día diciendo “Ucas: Noooooooooooooo”.  Aun tengo que encontrar a alguien que me tape la barandilla de las multiples escaleras y balcones para que el bichillo no se me tire por uno de los huecos en un despiste y que me vallen  la piscina.  Todo llegar .
La semana pasada fuimos a una reserva natural a 5 minutos de casa. No había leones bebé para darles el bibe pero sí pudimos acariciar un guepardo que se llamaba Anthony. Fue una experiencia chulísima. Hasta lo disfrute yo, que me dan GRIMA TODOS los animales! Tenias que ver a Lucas con el guepardo. Ya pondré las fotos en FB para que lo veáis. 
Sofía anda bastante más animada. Vamos al parque todos los días y allí ha hecho amiguitos. El lunes empieza clases de golf de 8 a 11 de la mañana todos los días. Ayer fuimos a comprarle los palos, está emocionada pensando que va a poder jugar con su abuelo cuando venga. Ahora está con su padre practicando en el club y afortunadamente eso me da a mí un respiro para escribiros.
 He descubierto un colegio chulísimo para ella cerca de casa, se llama Tiger Valley College. Fui a verlo el viernes y tienen plaza para Sofia. Esta semana voy a ver en el que esta matriculada (International American School of Johannesburg) y ya decidimos donde estudiará. El nuevo es Sudafricano, así nos integraríamos más en la vida aquí todos. No queremos vivir en una “burbuja americana” en Sudafrica.
Como os dije, aquí es invierno. Por el día estamos entre 15 y 18 grados pero por la noche hace frio.  Es supergracioso ver a los Pretorianos llevando trajes de esquiar para jugar al golf “por el frio que hace”. Yo ando durante el día en mangas de camisa. Otra curiosidad es ver como todos los arbustos en los jardines están tapados con unos plásticos para protegerlos del “frio”, Me parto cada vez que lo veo. (Imagino que a estas alturas os habréis dado cuenta de que hay un campo de golf dentro de la urbanización, por eso el tema sale tanto a relucir)
Hasta ahora, esta siendo un mundo lleno de sorpresas.  A veces las diferencias culturales me anonadan, unas veces de forma muy positiva. Otras me dejan mal sabor de boca.  El Apartheid se acabo tan solo hace 17 años y este es un mundo muy complicado. El poder está en manos negras pero el dinero sigue, en su mayoría, en manos blancas.  He de decir que hay de todo para bien y para mal. Este es un tema en el que no voy a profundizar hasta llevar aquí un tiempo y me informe a fondo. Pero no quería ignorarlo tampoco por completo pues imagino que os preguntareis como lo llevan por aquí.
Por lo demás, voy progresado al volante que no es poco. Esta semana he hecho “casi” todas las glorietas en el sentido correcto y  “sólo” me he metido en dirección contraria tres veces.  Sofia ya se ha aprendido lo de gritarme: “mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por la izquieeeeeeeerrrrrrdaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!” cuando ve coches de frente pitándome. Lo que aun llevo mal es lo de poner el limpia en lugar de los intermitentes. Estos últimos días, les doy a los dos a la vez y así al menos acierto siempre.
Con respecto a las maletas, algunas siguen literalmente secuestradas.  Para que las devuelvan, tenemos que entregar las que ya nos habían dado pues no pasaron aduana por un error de FEDEX. Jeff ha dicho que tururú a menos que nos devuelvan los E1300 que nos costó enviarlas por cargo en el aeropuerto.  Si no entregamos las maletas, a FEDEX le cae un multón tremendo por habérnoslas entregado sin pasar aduana.  Jeff tiene un pollo del carajo montado con ellos. A ver como narices se resuelve esto. El caso es que mi ropa interior y calcetines estan con las maletas secuestradas y ya harta de ponerme los calcetines de Sofía, ayer me fui al centro comercial y me compre de todo. Averigua tú cómo o cuando  se soluciona esto. 
En fin chicos, aprovechando que Jeff se ha llevado a los cachorrillos para darme un respiro, voy a ver si me tumbo un ratito a leer al sol antes de que empiece a enfriar.  Os echo de menos, escribidme y contadme como os va todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario